Un Lustro  De Esperanzas.
Vuelo hacia el pasado en aires de nostalgia, veo el suelo del presente en el que quisiera aterrizar, el ambiente de lo que ha sucedido me anima a querer descender de este cielo muy rápidamente para poderte encontrar, pero en las frías ondas de recuerdos que conlleva este viaje puedo a lo lejos visualizar, la primera ocasión en la que mis ojos tuvieron la dicha de entre tantas personas, tu rostro poder encontrar,  te veo y en mi rostro queda plasmada una sonrisa que me anima a continuar.
Pareciera que es un viaje largo a través de lo que parece tratarse de los recuerdos más profundos que se encuentran en mí ser. 
Continúo el viaje junto a un atardecer de esperanzas de poder al fin llegar, de llegar a la parte del camino donde juntos tu y yo podremos estar, pero una vez más con los recuerdos que surgían, guiando mi viaje,  en la lejanía veo a dos jóvenes quienes se encontrarían en el mismo lugar por causas del destino y su cruel forma de actuar, seria en la primera parada donde pudiera yo observar, como estos jóvenes se conocieron y enamoraron, dando inicio a algo, que pareciera muy pronto por el momento y la edad, tendría que acabar.
Esta vez me dispongo a dejar que mis recuerdos me guíen a través de mi propia mente, para poder observar todo lo que fuimos pasando y como seria cuando al fin tú y yo nos volviésemos a encontrar.
Vuelvo a los aires donde todas las frases dichas y miradas lanzadas, prevalecen a la luz de los sentimientos plasmados en una hermosa y luminosa luna de otoño.
Mi curiosidad fue muy grande y me decidí a observar lo que en la segunda parada de este viaje los recuerdos tendrían para mí y querían que en mi corazón los pudiera atesorar.
Vi como los dos jóvenes de la parada anterior aun separados por los kilómetros, en este camino se volverían a encontrar, y con sentimientos que nunca fueron olvidados, su amor lograría reforzar, fue la segunda parada, donde su primer encuentro más que de espíritu solamente, en su  memoria con un beso quedaría como algo que los dos no querrían olvidar.
Una lágrima de emoción vino a acariciar la sonrisa que de mi corazón brotaba y  que en mi rostro no podía evitar reflejar, que en todo este recorrido  había aprendido a disfrutar.
Dispuse a seguir el camino para llegar a la parte que me emocionaba, esa que pensaba, que por tanto contratiempo, no podría observar.
Veía la tercera parada donde los mismos jóvenes de antes, lo volverían a intentar, Recordando estos momentos me dispuse a aterrizar, aterrice en el recuerdo más bello y del que jamás me podre olvidar, era ya la tercera parada, donde el primer beso bajo una lluvia sensible pero avasalladora los cubriría de emoción, esta parada estaba llena de emoción, tras lágrimas de felicidad que uno de ellos derramaba, una sonrisa simple que con un momento triste acababa, antes de llegar al final de esta, con algo grande se despedirían, al parecer desde este punto, caminos distintos tomarían, se tomaron las manos y bajo la impresión de una fecha conmemorativa, con un beso a última hora se alejarían.
Ascendí de nuevo al cielo recordando lo triste de ese final, pero esta vez me dispuse a continuar directo, pues sabía lo que la siguiente parada tendría, eran los recuerdos de todos ese tiempo en el que el uno al otro no se tendrían, trataba de evitar el impulso de la tristeza que en ese momento yo sentía, pero volaba en un aire de nostalgia, con pequeñas ondas de melancolía, y hubo un punto donde las estrellas me reflejarían, cada tristeza y cada lagrima, que uno por el otro derramarían, Esa luna de otoño su semblante cambiaria, pues la perspectiva desde distintos puntos, su visibilidad cambiaria, pude ver como esos dos jóvenes jugaban a ser felices con otras personas, sin embargo extrañándose en cada noche que la luna sobresalía. No era mi decisión, descendía de esos aires de desesperación, donde las estrellas reflejaban, cada noche triste, cada verso dedicado a kilómetros de distancia, dos corazones que uno por el otro se lloraban, unidos más que por emoción,  dos almas que a pesar de la distancia locamente se añoraban.
Llegue a la superficie donde presencie el regreso de ambos a la vida del otro, vi como esto a pesar de todo, era más grande y con el tiempo se arreglaba.
Levante la mirada hacia ese cielo azul que de recuerdos se despejaba, haciéndome ver que lo que se venía era lo que tanto esperaba, como pude ascendí de nuevo en búsqueda de lo que tanto añoraba para este momento en la superficie solo veía como los jóvenes aun batallaban, unir al fin esas almas que por 4 estaciones anteriores por amor a la otra se desgastaban.
Para este momento me fijaba, que cada estación, cada parada, representaba un año en nuestra historia, esta historia que aún no acaba, largo fue el viaje por mis recuerdos pero mis esperanzas siguen puestas en ti, los 5 años se acercan, en la quinta parada te deseo encontrar, viéndonos el uno al otro para por fin juntos estar, es un Lustro de emociones, de alegrías de ilusiones que a pesar de tropiezos y resbalones, no planeo dejar de recordar.
En este largo camino te aprendí a valorar, me di cuenta que eres la persona indicada, la que veía y añoraba de mi vida nunca fuera a zarpar.

Un lustro de esperanzas que no pretendo abandonar. 

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